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Cómo arruinar la infancia con azúcar: Reflexión final

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Di no al azúcar en adultos y infancia

En esta serie de artículos que hemos ido publicando sobre cómo arruinar la infancia de vuestros hijos con azúcar, me gustaría daros las gracias por vuestra atención, ya que considero que es un tema sobre el que hace falta muchísima concienzación y educación, ya que es la salud de nuestros hijos lo que esta en juego.

SI OS HABÉIS PERDIDO ALGÚN ARTÍCULO, A CONTINUACIÓN TENÉIS LOS ENLACES DE LOS MISMOS:

MI REFLEXIÓN FINAL SOBRE EL PROBLEMA DEL AZÚCAR EN LA INFANCIA

Quisiera emplear, si me permitís, un tono un tanto crítico y acusador para los principales culpables de esta «dulce plaga» que amenaza a los más pequeños, que no son otros que los propios padres.

Y me explico: Evidentemente, un niño de 4-5-6 años no va a hacer el sólo la compra, por tanto ¿quién es el que compra esos productos de los que hemos hablado?. La respuesta, sencilla: LOS PADRES. Ya sea porque el niño no ha parado de dar la tabarra hasta que se lo han comprado (en este caso acostumbramos ya de paso al niño a que si llora y «molesta», podrá conseguir lo que quiera), porque sea una solución de emergencia para desayuno/almuerzo/merienda que acaba por convertirse en consumo habitual… el caso es que los productos acaban en nuestra cesta de la compra.

Pero claro, también parte de la culpa, porque no toda es de los padres, la tiene la publicidad y las propias marcas, que venden como «ideales» para los niños productos que en realidad son veneno puro y no les van a hacer ningún bien. Y todo esto lo disfrazan con colores llamativos, canciones pegadizas, regalo de juguetes/cromos… Y, además, en dichas campañas publicitarias se hacen partícipes y, por tanto cómplices, a los padres que salen sonriendo y ofreciendo los dulces a sus hijos.

Y otra gran parte de la culpa, quizás al mismo nivel que los padres, se la podemos anotar a las autoridades sanitarias. Es gracioso ver campañas en las que fomentan la alimentación saludable y la práctica deportiva para los más pequeños, y al mismo tiempo no hacen nada por prohibir todos estos productos procesados y azucarados que están envenenando lentamente a la población más joven.

Pero no quiero que penséis que estoy en contra del consumo de azúcar y que se debe suprimir a toda costa. Ni por asomo. Si recordáis, en uno de los anteriores artículos ya os comenté la importancia que tiene la glucosa en los procesos y actividades del cerebro. De lo que estoy en contra es del consumo indiscriminado de azúcar y, en especial, entre la población infantil, ya que se ha sistematizado y normalizado el consumo de productos infestados de azúcares, grasas y demás sustancias que para nada son nutritivas.

No va a pasar absolutamente nada si le dais a vuestro hijo un día un «zumo» de frutas a la hora de la comida, o un batido en la merienda. El problema viene cuando a lo largo del día y de forma reiterada en el tiempo, le obligáis a consumir bollería industrial, «zumos de ¿frutas?», batidos, galletas llenas de azúcar… Ahí es dónde radica el problema, ya que esto, a la larga, desemboca en problemas tales como hiperplasia adipocitaria, sobrepeso, obesidad infantil, diabetes, etc…

Y como muchas otras cosas, recordad que la primera barrera de contención para frenar el problema de la obesidad infantil y el resto de problemas asociados a ella es la educación y dar un buen ejemplo a nuestros hijos.

Y Por supuesto, esta serie de artículos no significan que lo único malo que están comiendo nuestros hijos sea el azúcar. Más adelante hablaremos de los productos procesados, «gratificados», etc… Estar atentos al blog.

Espero que os haya gusta esta serie de artículos y os haya sido de ayuda si teníais alguna duda. Si queréis saber más, no dudéis en dejar vuestros comentarios o sugerencias. Y no olvidéis seguir nuestro canal de youtube, ya que también ahí solemos colgar vídeos relacionados con los artículos que aquí publicamos o sobre temas que nos sugerís vosotros.