Estas fueron las palabras de Raquel Pomares, bióloga e investigadora, especialista en Biología de la Reproducción, que apunta las siguientes recomendaciones.
Hay varios factores de estilo de vida que pueden ser controlados para ayudar a prevenir el cáncer de colon:
– Comer pescado 3 veces por semana
– Comer frutas y verduras a diario
– Limitar el consumo de carnes rojas
– Evitar el exceso de grasas saturadas
– Evitar la ingesta excesiva de sal
– Practicar ejercicio físico
– Mantener un peso saludable
– Limitar el consumo de alcohol
– Evitar el tabaco
La fibra dietética tiene un efecto protector sobre la fisiopatología del cáncer colorrectal. Por lo tanto debes saber que una dieta rica en granos fibrosos y vegetales correlaciona con una probabilidad menor de padecer cáncer colorrectal mortal.
Dieta para los pacientes con cáncer de colon
Es fundamental mantener una dieta saludable con el objetivo de soportar y reducir la gravedad de los efectos secundarios del tratamiento sobre los pacientes de cáncer colorrectal. Independientemente del tipo de tratamiento que sea – quimioterapia, radioterapia o quirúrgico.
Toda dieta saludable incluye lo siguiente:
– Proteínas, que mantienen la masa muscular y reparan el tejido corporal.
– Fluidos para prevenir la deshidratación.
– Vitaminas y minerales, para que el cuerpo funcione de forma óptima.
– Carbohidratos y grasas, con el fin de producir calorías ya que estas son la energía principal del cuerpo.
Los ácidos grasos Omega 3 ayudan a estimular el apetito y son muy beneficiosos. Se encuentran en pescados grasos como el salmón, arenque y caballa, pero también en semillas de lino, aceite de semilla de lino, aguacate y nueces.
Dieta para reducir los efectos secundarios del tratamiento del cáncer de colon
Tratamiento quirúrgico
La cirugía puede dar lugar a la pérdida de electrolitos y líquidos. En este sentido los pacientes pueden ayudar a su dieta sin ingerir alcohol pero sí cafeína y bebidas deportivas con electrolitos. Es bueno incluir algún suplemento multivitamínico a la dieta, ya que la cirugía también puede repercutir en la mala absorción de algunas vitaminas.
Quimioterapia y radioterapia
Durante el tratamiento de quimioterapia y radioterapia, los pacientes pueden llegar a experimentar náuseas e incluso deshidratación.
Los líquidos y los alimentos suaves, como el pollo cocido, fideos, galletas… Pueden aliviar estos efectos secundarios. Con el objetivo de aliviar las náuseas es conveniente comer y beber despacio, además de tener las comidas a temperatura ambiente.
Además, no es recomendable que los pacientes se acuesten las dos horas después de haber ingerido la comida. Es conveniente que las comidas sean frecuentes y pequeñas, con alimentos ricos en calorías y proteínas, independientemente del tipo de tratamiento del paciente.
Otro punto a tener en cuenta es que los pacientes deben ingerir muchos líquidos, como zumo de ciruela y pequeñas cantidades de bebidas ricas en cafeína y fibra, como avena, frutas, cereales integrales y verduras crudas.
Para aliviar la diarrea, el paciente debe realizar diferentes cosas: comer alimentos bajos en fibra y grasa, beber mucho, evitar alimentos fuertes y grasos, las especias, la cafeína y las verduras crudas.
Se aconseja comer despacio para aliviar los gases, y no tomar algunos productos como el brócoli, el repollo, las legumbres, los huevos, el ajo, la cebolla, y algunos alimentos lácteos, ya que la lactosa produce estas incomodidades. También evitar las bebidas con gas.
Dieta para después del tratamiento del cáncer de colon
Debemos saber que las recomendaciones a nivel nutricional varían si la persona ya ha completado el tratamiento de cáncer colorrectal, que los que se encuentran en pleno proceso.
Durante el tratamiento la dieta se centra en paliar los efectos secundarios que experimenta el paciente. Después del tratamiento, los pacientes deben seguir unos patrones de alimentación para recobrar la buena salud y prevenir otras enfermedades crónicas, o cáncer.
Por lo tanto, los pacientes que han acabado con el tratamiento, deben tener en cuenta lo siguiente:
– Comer carnes magras y de aves de corral
– Comer frutas, verduras y legumbres
– Comer alimentos bajos en grasa
– Ingerir alimentos ricos en omega 3
– Reducir o limitar la ingesta de alcohol
Además, es importante recordar que tanto la dieta como el ejercicio mejoran el sistema inmunológico, por lo que siempre es recomendable llevar a cabo ambas cosas. Di adiós también a otros malos hábitos que llevabas en tu vida pasada y empieza a practicar otros que aportan calidad a tu vida.
Escrito para Atopedegym por: Edith Gómez es editora en Gananci, apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.
Twitter: @edigomben