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Cómo Evitar El Aumento De Peso Después De Dejar De Fumar

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Cuando dejamos de fumar, todos sabemos que es lo mejor para nuestra salud en el futuro, pero lo cierto es que a corto plazo nos da mucha pereza.

Dejar de consumir tábaco, además de todos los síntomas del llamado «Síndrome de Abstinencia» como dolores de cabeza, irritabilidad y fatiga, también notaremos como comenzamos a aumentar de peso rápidamente. De hecho, de media, las personas que dejan de fumar pueden engordar entre 1 y 1,5 Kilogramos por semana.

Muchas personas, al ver un aumento repentino de su peso semanas posteriores al abandono del tabaco, deciden volver a fumar nuevamente, ya que tienden a verse mejor en el presente que pensar en su salud de cara al futuro. Suma también el hecho de que verse con más kilos de lo normal genera una bajada del estado anímico de la persona.

En este artículo te vamos a contar las claves para evitar el aumento de peso después de dejar de fumar, realizando cambios importantes en la alimentación y en nuestra rutina de ejercicio, así como otros trucos psicológicos para poder lograrlo.

Te contaremos las razones por las que engordamos cuando dejamos el tabaco y que puedes hacer para evitarlo (si vas a empezar ahora), o si ya has dejado el tabaco y has cogido peso, te decimos cómo volver a recuperar tu peso ideal.

¿Por Qué Engordamos Después De Dejar De Fumar?

Infografía de efectos del tabaco en nuestra salud
Infografía de efectos del tabaco en nuestra salud

Cuando fumamos, nuestro cuerpo sufre cambios que afectan a nuestra salud, uno de ellos es el aumento de la tasa metabólica.

Una tasa metabólica más alta repercute en un mayor gasto energético y, por tanto, en una quema de grasa más rápida. Por lo tanto, y dicho de forma fácil, fumar hace que quememos grasa más rápido.

La sustancia responsable de esto es la nicotina, conocida por todos. Esta sustancia estimulante afecta a la presión arterial, al colesterol y a la cantidad de glucosa en la sangre, e incide en un aumento del ritmo cardíaco, esto es en sí lo que provoca este mayor gasto energético.

Por lo tanto, cuando dejamos de fumar, nuestra tasa metabólica se ralentiza, y este es el motivo por el que engordamos.

Te puede interesar saber: Cómo afecta el tabaco en nuestro metabolismo basal.

Aunque nuestro metabolismo sea más rápido cuando se fuma y se queme más grasa, lo cierto es que esto no repercute en una buena salud metabólica, como afirma el Dr. Alejandro Fadragas Fernández, Especialista de I Grado en Medicina General Integral, en este estudio.

Según afirma, «Fumar afecta negativamente al sistema cardiovascular y respiratorio, lo que empeora tu salud metabólica». Comenta entre otras cosas, que el aumento de la frecuencia cardíaca producido por fumar es el responsable de la mayor parte de muertes relacionadas con el tabaquismo.

Para compensar esta ralentización de nuestro metabolismo puede resultarnos muy útil llevar la cuenta de las calorías que comemos diariamente, ya que la abstinencia “post-tabaco” produce ansiedad y nos genera tentación de comer más. Otras tácticas que podemos usar son hacer más ejercicio y aumentar la ingesta de proteína.

Como dato, generalmente, cuando dejamos de fumar solemos sentir un gran antojo de carbohidratos, azúcar y alimentos con almidón. No nos suele bastar con comer ensalada y fruta.

Según un estudio reciente, publicado en la revista Science, la nicotina se une a los receptores que controlan el apetito en el cerebro y crean una señal de saciedad, por lo que a muchos fumadores después de fumar se les reduce el apetito, aunque no hayan comido nada. Básicamente, la nicotina reduce la sensación de hambre.

Existen muchas estrategias que pueden controlar el apetito, como comer cada pocas horas en menores cantidades, comer más fibra en las primera horas del día, incluir grasas saludables y comer alimentos ricos en proteínas.

Si percibes que tienes hambre únicamente por «aburrimiento», busca una actividad que te distraiga y que te aleje de la nevera. Por ejemplo, salir a andar.

Aspectos Emocionales: Lo que el tabaco hace que pensemos

La nicotina afecta las partes del cerebro que juegan un papel en la atención, la memoria, el aprendizaje y la plasticidad cerebral
La nicotina afecta las partes del cerebro que juegan un papel en la atención, la memoria, el aprendizaje o la forma de pensar.

La nicotina nos crea una «comodidad» que en realidad no es real, esa «comodidad» es el resultado del hábito o costumbre de fumar.

Cuando estamos estresados pensamos que necesitamos el tabaco para relajarnos, y cuando estamos relajados pensamos que necesitamos el tabaco para no estresarnos. De modo que lo utilizamos de forma universal para cualquier estado y situación.

Mentalmente, siempre tendremos una razón para fumar. Tenemos que darnos cuenta que la verdadera realidad es que el tabaco no vale ni para una cosa ni para la otra.

Todas estas frases solo nos sirven para autoconvencernos o argumentar «de alguna forma» nuestra adicción a la nicotina. Un estudio encontró que reconocer esté efecto de solución «universal» (erróneo) del tabaco en nuestra vida y abordarlo puede ser muy útil para dejar de fumar para siempre.

Un buen comienzo para abordar el desafío emocional de dejar de fumar es adoptar prácticas como ejercicios de respiración y relajación, eliminar de tu hogar todo lo que tenga que ver con el tabaco o pedir a algún amigo que te ayude en tu propósito.

Recomendamos que cada vez que te entren ganas de fumar te repitas a ti mismo: «Yo soy más fuerte que esto», y posteriormente respires cinco veces de manera profunda.

¿Cómo Evitamos Esa Ganancia De Peso?

Vamos a ser claros, lo más importante es que tenemos que ser conscientes de lo que estamos comiendo y de las cantidades de lo que estamos comiendo. El ejercicio también puede ayudar, pero la comida es el principal factor a tener en cuenta, como demuestran diversos estudios.

Recomendamos dedicar tiempo a preparar nuestras comidas, comprar productos frescos y de temporada, y centrarnos de lleno en nuestra alimentación, que es lo que realmente nos frenará en esa subida de peso. Además, esta sensación que sentiremos de «comer sano» se relaciona con otro componente importante para dejar de fumar, la salud emocional, que mejorará y hará que todo sea más fácil.

También puedes ver: Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando comienzas a comer saludable.

Por otro lado, hacer ejercicio nos ayuda a eliminar calorías, además de ser también un regulador del estado de ánimo, por lo que, si sumamos los dos factores, tendremos resuelta nuestra ecuación.

Como recomendaciones para personas sedentarias, recomendamos la práctica de Yoga, ya que en el Yoga juega un papel muy importante la respiración. Puede ser un desafío interesante esta práctica cuando dejas de fumar.

Conclusión

El aumento de peso después de dejar de fumar puede ser parte de los efectos que se producen a corto plazo, pero si sabes cómo actuar y sigues nuestros consejos estamos seguros de que no aumentarás ni un kilogramo.

Como conclusión, hacer mucho deporte y comer sano para mejorar nuestro estado emocional y mantenerse ocupado durante el día.

Llevar un control de las calorías de lo que comemos para no pasarnos debido a la ansiedad por abstinencia. Repítete a ti mismo «Yo soy más fuerte que mis ganas de fumar».