UN GRAN PELIGRO DE LA ADOLESCENCIA: LA OBESIDAD
SEGURO QUE MUCHAS VECES HABRÉIS OÍDO HABLAR DE LOS PELIGROS QUE CONLLEVA LA OBESIDAD PARA LOS ADOLESCENTES EN RELACIÓN A PROBLEMAS CARDIOVASCULARES, DIABETES, CALIDAD DE VIDA, ETC…
Hoy hablamos de un estudio en el que se pone de manifiesto otro peligro de la obesidad en la adolescencia: LOS DAÑOS OCASIONADOS EN LOS HUESOS.
UN PEQUEÑO PERO INTERESANTE CONCEPTO: LA MALEABILIDAD
Antes de pasar a hablar del estudio realizado por la Dr. Bredella (radióloga del Hospital General de Massachusetts), quiero explicar el concepto de la maleabilidad, para que se pueda entender el por qué es tan importante la acción ejercida por la grasa sobre los huesos.
En primer lugar, y fijándonos en la definición, la maleabilidad es la propiedad de un material duro de adquirir una deformación SIN ROMPERSE. Además, esta característica favorece la obtención de láminas delgadas de dicho material (el elemento conocido más maleable es el oro).
Una vez explicado el concepto, debemos señalar que los huesos, como cualquier otro material, tienen también su grado de maleabilidad, lo cual representa una ventaja en determinadas ocasiones como podría ser al recibir un golpe o una fuerza de cizallamiento, pero también tiene un gran inconveniente: si sometemos a un hueso a una fuerza de forma continuada o de forma alterna pero repetitiva, debido a su maleabilidad el hueso se «deformará», pero no volverá a su estado inicial, por lo que tendremos una estructura ósea alterada de forma PERMANENTE (más adelante veremos algún ejemplo de lo peligroso que puede ser esto).
EL ESTUDIO DE LA DR. BREDELLA Y LA SOCIEDAD RADIOLÓGICA DE NORTE AMÉRICA
A pesar de que anteriormente se creía que la grasa podía ejercer un factor protector para nuestros huesos debido a que «servía para amortiguar los golpes, caídas, etc…», el estudio realizado llegó a la conclusión de que un elevado porcentaje de grasa no sólo no es beneficioso para nuestros huesos, sino que puede traer serios riesgos para nuestra estructura ósea (en concreto, la autora habla de un elevado riesgo de fracturas a nivel de los antebrazos). En dicho estudio, participaron un grupo de 23 adolescentes con una media de edad de 17 años y un BMI medio de 44 kg/m2.
En concreto, y para realizar las afirmaciones finales, la Dra. Bredella y su equipo de investigación encontraron una sólida correlación entre los valores de grasa visceral y el riesgo de fracturas o pérdida de masa ósea (para los que no sepan qué es la grasa visceral, ésta es la grasa que recubre los órganos y los protege de golpes externos). Como mencionábamos anteriormente al hablar de la maleabilidad, al presentar un porcentaje elevado de grasa visceral, ésta comprimirá órganos y huesos, provocando las consiguientes deformaciones óseas (además de los consiguientes problemas asociados a la obesidad: enfermedades cardiovasculares, hiperplasia adipocitaria, etc…).
Imaginemos por ejemplo, ya que en el estudio hacen referencia a ellos, un adolescente obeso que debido al porcentaje de grasa que presenta, ha sufrido una deformación en sus antebrazos y, aunque no sea perceptible, estos presentan una ligera curvatura en su estructura. Cuando crecemos, nuestros huesos adquieren una forma que está diseñada para una función y unas características concretas. Si alteramos esa estructura y, por ejemplo, el niño sufre una caída, sus antebrazos tienen más posibilidades de romperse que los de un adolescente sin obesidad (ya que al estar «curvados», sus antebrazos no se comportarán de igual forma ante el impacto que supone una caída, además del efecto que supone el sobrepeso).
Es por esto que la obesidad supone el riesgo de daños irreparables a nivel óseo, ya que como hemos explicado, un hueso que ha sido «deformado», NUNCA VOLVERÁ A SU ESTADO INICIAL.
Además, según señala el estudio, es en la adolescencia cuando alcanzamos el pico más alto en nuestra masa esquelética, por lo que la pérdida de masa ósea representa un serio problema de cara, ya no sólo a la edad adulta, sino también de cara a la tercera edad.
ALGUNAS CONCLUSIONES DEL ESTUDIO
A continuación, enumeraremos algunas conclusiones extraídas del estudio realizado por la Dra. Bredella y su equipo:
- Aunque normalicemos el peso y corrijamos la obesidad del niño/adolescente, si se ha producido ya «deformación» de la estructura ósea, ésta persistirá ya durante toda nuestra vida, por lo que estaremos en continuo peligro de fracturas óseas.
- Se ha comprobado que, en casos de obesidad, la grasa visceral puede ejercer efectos negativos sobre nuestra estructura ósea.
- En adolescentes obesos, estos presentan niveles más bajos de GH (Hormona del crecimiento) que en adolescentes sanos).
- Un elevado porcentaje de grasa visceral combinado con un bajo porcentaje de masa muscular, conlleva un elevado riesgo de debilidad en la estructura esquelética.
- El CDC señala que durante los últimos 30 años se ha CUADRUPLICADO la obesidad en adolescentes, y que más de 1 de cada 3 niños/adolescentes en EEUU tienen sobrepeso u obesidad.
Al hablar de la obesidad y referirnos al aparato musculoesquelético no hablamos sólo de los dolores en las articulaciones o músculos atrofiados. Lo explicado a raíz del mencionado estudio es algo que mucha gente puede desconocer y que debería señalarse con más insistencia (al igual que todo lo relacionado con la salud)
Espero que os haya parecido interesante el artículo y os haya servido para aprender nuevas cosillas respecto al tema de la obesidad y nuestra salud.
BIBLIOGRAFÍA
- Estudio realizado por la Sociedad de Radiología de Norte América y principalmente por la Dra. Bredella y su equipo. Podéis leer el artículo en el siguiente link: https://www.sciencedaily.com/releases/2016/11/161121180445.htm