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Desentreno estratégico para evitar el estancamiento

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Todo aficionado a las pesas debe de tener en cuenta que el principio de las cargas progresivas (que nos dice que el trabajo con pesas sea cada vez con pesos mayores) es el pilar para poder evolucionar.

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Es necesario saber, que no siempre podremos aumentar las distintas variantes de una sesión, por lo que conllevaría a un sobre-entrenamiento o estancamiento de este, por lo que aquí resalta la necesidad de un período de descanso planificado dentro del macrociclo, que es el ciclo más grande de la planificación de varios meses de duración, por lo que permite una recuperación tanto mentalmente como física y nos brinda la oportunidad de que no suceda un estancamiento. Aquí va varias alternativas.

Descanso: Inactividad durante una o más semanas. Esta opción puede ser conveniente cuando estamos sobre entrenados y en nuestro cuerpo notamos un cansancio extremo, también cuando nos lesionamos en lo que requiere rehabilitación.

Descanso activo durante el período de descarga: Entrenamos pero con una disminución significativa, ya sea en volumen, intensidad o frecuencia, o si también existe una lesión es conveniente bajar la intensidad con pesos menores para así evitar que nuestra lesión vaya a más. Podemos reducir la cantidad de series, si por ejemplo hacíamos 16 series de un grupo muscular entre 4 ejercicios, podemos hacer 10 o 12 y ir aumentando paulatinamente hasta volver al volumen que teníamos antes. Algunos científicos del deporte recomiendan que la misma sea de un 20% del volumen, en caso de que las series sean pocas, se podrían bajar el número de repeticiones. Si las series son pocas, podríamos bajar el número de repeticiones. Esta ventaja extra implícita la carga que levantamos será mayor, por lo que se irá acostumbrando al músculo a más intensidad sin sobrecargarlo.

Los kilos que levantemos, también podemos disminuirlos en una descarga, lo recomendable es no reducir los mismo en más del 40% puesto que el estímulo muscular sera mínimo.

Por último podemos optar a diminuir la cantidad de estímulos semanales. Por ejemplo, si empleamos 4 días a la semana, se puede entrenar 3 días y repetir los músculos, o también si tenemos una rutina dividida en 3 días, podemos hacer una de cuerpo completo dos días a la semana. Es conveniente repartir los días para que los mismos no queden muy pegados, sobre todo si son sólo dos estímulos (por ejemplo: martes y un viernes) Para reducir la frecuencia tenemos una ventaja, y es que no se quitará calidad a los trabajos.

Los descansos son necesarios para evitar el estancamiento, aunque sin duda es conveniente reducir el volumen, evitar el fallo muscular y si es necesario añadir más días de descansos entre las sesiones de nuestro entrenamiento. El período de descarga o desentreno estratégico es una buena alternativa para mantener la forma a la vez que nos preparamos para llegar a nuestras metas.