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La Paleo dieta: ¿Que debemos saber sobre ella?

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paleo dieta

«Paleo Dieta» Seguramente habréis oído, por activa o por pasiva, hablar de esta tendencia que esta inundando las redes, los círculos del mundo de la nutrición, incluidas las comunidades médicas y de investigación.

Sólo hay que ver, que si ponemos en Pubmed “paleo diet” ( Paleo Dieta ) aparecen más de 70 investigaciones indexadas. ¿De que se trata? ¿Es adecuada para el mundo del fitness? Es más “saludable”? no se si en un solo post, podemos abordarlo todo, pero, vamos allá!

El término fue acuñado ( y registrado) por Lorean Cordian autor del libro Paleo dieta

La paleo dieta se basa en la idea de que como especie, deberíamos estar adaptados a las circunstancias y condiciones con las que hemos evolucionado y  llevamos 2 millones de años de historia la era llamada Paleolítica, que da origen al nombre, sólo a partir de los últimos 9 mil años aproximadamente comiendo frutos de las agricultura y la ganadería y muchos menos con harinas refinadas y alimentos procesados, por lo que la salud “optima” debería de estar cerca de los alimentos con los que hemos lidiado más tiempo y posiblemente las enfermedades de la civilización, tienen que ver, con los hábitos alimenticios modernos.

Muchos investigadores de prestigio como Staffan Lindeberg, Lorean Cordian, Mark Sisson etc. y científicos de varias ramas el Dr José Enrique Campillo o la antropóloga Aiello, siguen estudiando en base a esta premisa, obteniendo grandes resultados en importantes estudios, publicados en medios de gran prestigio, además de varios best-seller sobre el tema.

La paleo dieta se basa en comer carne, pescado, frutas, verduras y frutos secos (excepto cacahuetes) ya que deberíamos de estar perfectamente adaptados a la asimilación y utilización de sus nutrientes, por que hemos evolucionado alimentándonos de ellos, y evitar los alimentos “modernos” como los cereales y sus derivados, los lácteos, el azúcar y todas las comidas procesadas, lo que según la evidencia disponible, debería apartarnos de las enfermedades de la civilización (diabetes, obesidad, accidente cerebro vascular y algunos tipos de cáncer) , teniendo en cuenta que las tribus de cazadores recolectores de la actualidad carecen de estas enfermedades incluso en edades avanzadas, tal y como se explica en el libro “Alimentos y Enfermedades occidentales: Salud y nutrición desde una perspectiva evolutiva”.

Tras estudiar un poco mas a fondo la investigación, realizada hasta el momento destacaría lo siguiente:

  • Algo que queda claro al estudiar este tipo de alimentación es que contiene una densidad nutricional ( contenido de vitaminas, minerales, esteroles…) mayor que cualquier dieta occidental, debido a que un plato de pasta, por ejemplo, contiene cantidades muy bajas de micronutrientes en comparación con la misma ración de una ensalada con frutos secos, por lo que en cubrir las necesidades de micronutrientes y beneficiarnos de los fitoquímicos saldríamos ganando.
  • Hay bastante investigación al respecto de los cereales, sobre todo aquellos que contienen gluten y otros “anti-nutrientes” los cuales podrían estar interfiriendo en algunos procesos hormonales importantes y creando una inflamación de “bajo grado” para los tolerantes que podría acabar por mermar algunos aspectos de nuestra salud, incluso el investigador Alessio Fassano, experto en gluten manifiesta “el gluten es una molécula NO digerible por el ser humano” , el investigador Maelan Fontes afirma: los cereales han evolucionado para protegerse de los depredadores NO para ser comidos, creando cientos de sustancias que atacan el sistema digestivo de los que los ingieren” debido al poco tiempo con el que hemos lidiado, evolutivamente con ellos, muchos de nosotros NO estamos 100% adaptados a ellos.
  • Sobre los lácteos existe menos evidencia, la mayoría son insulino-tropicos y estimulan el IGF-1, un factor de crecimiento, lo que en teoría podría ser negativo para los pacientes con cáncer, además existen estudios que asocian algunas proteínas de estos con una respuesta inflamatoria, teniendo en cuenta que hemos lidiado con ellos menos tiempo que con los cereales y que a nivel global sólo el 35% de la población es tolerante, el lado seguro sería evitarlos en gran medida según esta lógica.
  • En contra, con lo que sabemos hasta ahora cabría destacar: Que no conocemos cual es la tasa de adaptación en occidente a estos alimentos, ya que han ejercido una presión evolutiva muy grande en estos miles de años debido a los duros inviernos y a la falta de otros alimentos en las latitudes más al norte; que posiblemente descartar algunos lácteos como el suero de leche y algunos fermentados sea muy precipitado debido a los muchos beneficios que estos han demostrado hasta la fecha y por último, la sostenibilidad de esta dieta parece difícil para la media , debido a las premisas de comer carne orgánica alimentada con pasto, pescado salvaje y vegetales ecológicos, todo esto aumenta en gran medida el gasto medio en alimentación.
  • En lo referente al rendimiento deportivo, parece que debería ser beneficioso, debido a la comentada densidad nutricional a que los carbohidratos necesarios podrían obtenerse de patatas, moniatos, frutas y verduras con facilidad, lo que seguramente mejoraría la calidad nutricional de el conjunto de la dieta, aunque seria difícil y caro prescindir de la proteína de suero, por el momento.

Conclusión.

Hasta el momento, parece razonable y beneficioso apartar de nuestra dieta, azúcar, productos procesados y harinas refinadas, el lado “ seguro” sin conocer nuestra tolerancia “sub-clínica”, es aparatar los alimentos que contengan gluten, así como los lácteos no fermentados, parece que es sobre todo un buen marco ideológico para basarnos, falta más investigación para acabar de apartar todos los cereales ya que algunos de ellos como la quínoa parecen tener más pros que contras,  así como, todos los lácteos debido a que algunos como la proteína de suero, han demostrado beneficios en cantidad de patologías, deportivamente parece una dieta adecuada y muy saludable, aunque habría que permitir algunos  “ajustes”. Seguiremos muy cerca estos avances que parecen muy prometedores.