Saltar al contenido

Tratamiento contra lesiones: ¿Aplico frío o calor? Cuándo utilizar cada uno de ellos

  • 4 min read
Tratamiento contra lesiones con frío o calor

¿FRÍO O CALOR? Últimamente es una de las preguntas que más a menudo nos plantean es, ¿me pongo frío o me pongo calor? Por ello, vamos a tratar de explicar de forma sencilla cómo, cuándo y por qué utilizar cada uno de ellos para el tratamiento contra lesiones.

Frío contra lesiones: Crioterapia

¿Por qué usar la crioterapia?

Al aplicar frío a una zona del cuerpo provocaremos un efecto conocido como vasoconstricción, que no es otra cosa que estrechar el vaso sanguíneo para reducir el flujo de sangre.

Nos interesa evitar la inflamación porque ésta aumenta la actividad de los receptores de dolor. Además disminuirá el edema que se producirá en la zona.

¿Cuándo utilizar la crioterapia?

Nos interesa reducir el flujo sanguíneo ante distintos accidentes que puedan provocar inflamación, como golpes, torceduras, etc.

¿Cómo utilizar la crioterapia?

Es crucial utilizarlo en las primeras horas 24-72 horas para frenar el proceso de inflamación, pero esto no quiere decir que debamos reducir su uso a este periodo.

Un estudio realizado por Knight y colaboradores en 1980 mostró que los masajes con hielo mejoraban la reducción del edema y del dolor.

Además estos efectos pueden interesarnos en lesiones como tendinitis, según el doctor Cayce Onks, del Centro Médico Penn State Hershey, el hielo puede reducir el daño del tejido secundario y aliviar el dolor de la zona afectada.

El máximo exponente de la aplicación de hielo es la Crioterapia, durante períodos cortos de tiempo, 10 minutos, se expone al cuerpo a saunas de frío que ayudan a recuperar y a limpiar el cuerpo tras un esfuerzo intenso, por los efectos en el riego sanguíneo que acabamos de explicar.

Pero como no todos disponemos de una sauna de frío, podremos aplicar hielo de forma indirecta en exposiciones de unos 20 minutos cada dos horas.

Más info en: Prevención Y Tratamiento De Lesiones Deportivas A Través De La Crioterapia

Calor contra las lesiones: Termoterapia

¿Por qué termoterapia?

Al aplicar calor a una zona del cuerpo provocaremos un efecto conocido como vasodilatación, que no es otra cosa que el aumento del calibre de los vasos sanguíneos por relajación de la musculatura lisa de sus paredes, especialmente de las arteriolas.

Esto provoca un incremento del riego sanguíneo en la zona afectada.

¿Cuándo utilizar la termoterapia?

Utilizaremos el calor para relajar la musculatura en procesos no inflamatorios para reducir el dolor, como puede ser una contractura.

«El calor transporta sangre a la zona afectada, la cual suministra los nutrientes que el tejido necesita para sanar«, dijo el doctor Onks.

«También puede incrementar la flexibilidad de los tendones y los músculos» por eso antes de realizar un esfuerzo físico “calentamos”.

Relacionado: La Importancia Del Calentamiento Y Enfriamiento

¿Cómo utilizar la termoterapia?

Podemos utilizar este tratamiento contra lesiones cuando cese el proceso inflamatorio, para así favorecer el flujo sanguíneo y por tanto el transporte de nutrientes que ayuden a la recuperación.

El tiempo de aplicación será aproximadamente de 20 minutos. Al aplicar calor estamos produciendo un aumento de sangre en la zona, una disminución de la presión arterial y un efecto sedante debido a la relajación muscular y alivio de la fatiga muscular.

¿Que pasa si mezclamos Crioterapia y Termoterapia?

En ambos casos vemos que su efecto final es calmar el dolor, por ello tras superar el proceso inflamatorio de las primeras horas, creo conveniente que el mejor tratamiento contra lesiones es la mezcla de ambos sistemas, alternar vaso constricción con vaso dilatación.

Para que te hagas una idea de cómo va a funcionar esto en tu cuerpo imagina una manguera a la que cortas el paso apretando y acumulando el agua para posteriormente soltar y que salga toda de golpe.

¿Dónde hacer crioterapia o termoterapia?

Si tu gimnasio dispone de spa, sumerge tu cuerpo entre 30 segundos y un minuto en agua fría y a continuación en agua caliente o en la sauna unos 2 o 3 minutos. Si no también puedes hacerlo en la ducha.

Un último consejo, ten la precaución de que la exposición durante un tiempo prolongado altera la percepción de la sensación térmica y ello puede llevarte a quemarte, tanto con frío con calor.

Si lo haces adecuadamente notarás una recuperación mucho más efectiva que con la tradicional vuelta a la calma.

Para saber mas acerca de métodos de recuperación utilizando frío y calor visita este artículo:  Tratamiento contra las lesiones en el entrenamiento.