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Prevención y tratamiento de lesiones deportivas a través de la crioterapia

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crioterapia-lesiones

Ya hemos hablado en varios artículos de los diferentes métodos para tratar las lesiones deportivas, y hoy nos centraremos en la Crioterapia.

En este artículo vamos a hablar sobre la prevención de lesiones en el ámbito deportivo mediante el uso del frío.

¿Que es la Crioterapia?

K. L. Knight la definió en el año 2000 en su libro Crioterapia no tratamiento das lesoes esportivas (Crioterapia en el tratamiento de las lesiones deportivas) como la «aplicación terapéutica de cualquier agente frío sobre el cuerpo que resulte en la remoción del calor corporal y así disminuir la temperatura de los tejidos».

El ejemplo más claro en cuanto a la aplicación de la crioterapia para tratar lesiones lo tenemos en la clásica bolsa de hielo que nos aplicamos en el momento de sufrir un esguince de tobillo o cuando nos damos cualquier golpe. Es la forma más básica de crioterapia.

¿Cómo nos ayuda la Crioterapia curar nuestras lesiones?

Para entender los efectos que se producen al tratar una lesión con sesiones de crioterapia o cómo su uso puede ayudar a prevenir las mismas, debemos tener en cuenta el siguiente principio: al transferir calor de moléculas más calientes (zona del cuerpo lesionada) a moléculas más frías (el agente criogénico aplicado), se baja la temperatura del tejido lesionado (con las consecuencias que esto produce:

  • vasoconstricción,
  • disminución del metabolismo celular, disminución del dolor, etc…). 

Evidentemente, todo esto dependerá del tipo de agente frío utilizado, tiempo y método de aplicación, localización, etc…

crioterapia deportiva
Gareth Bale utilizando Crioterapia.

Starkey, en el año 2001, aseguraba que para que disminuya el flujo sanguíneo en la zona afectada, su temperatura debe caer hasta los 13’8º C y hasta los 14’4º C para generar efecto analgésico. Por supuesto, hablamos en este caso de tejidos superficiales.

Cuanto más profundos sean los tejidos o músculos que queremos tratar, más tiempo requerirá la aplicación del agente frío: Aproximadamente, se necesitarían unos 30 minutos para hacer descender 3’5º C la temperatura de un músculo situado a 4 cm de profundidad, mientras que para un tejido o músculo situado a 2’5 cm de profundidad  sólo se necesitarían 20 minutos de aplicación.

Cabe señalar que la temperatura de un músculo continúa baja incluso algunas horas después de haber aplicado el tratamiento de frío.

Sin embargo, en el año 1984 Mlynarczyk comprobó que eran más efectivos ciclos de enfriamiento-recalentamiento en proporciones 1/2 o 1/3 que la aplicación continua.

Es decir, aplicar frío en la zona a tratar durante 15-30 minutos y retirarlo durante 2-3 veces el tiempo aplicado, era más efectivo y tenía mejor evolución que la aplicación continuada.

Beneficios de la Crioterapia

En el terreno deportivo, la crioterapia podemos decir que se fundamenta en tres pilares principalmente:

– La recuperación tras un esfuerzo físico: La aplicación de masajes de hielo (o cualquier forma de crioterapia) tras un esfuerzo físico de una elevada exigencia, hace que se vean favorecidos el flujo sanguíneo que reciben los músculos y, por tanto, su oxigenación, además de poseer una capacidad antiinflamatoria (no hay que olvidar que todo entrenamiento físico implica una serie de micro-roturas musculares en ocasiones a niveles imperceptibles) y acelera los procesos regenerativos necesarios tras dicho entrenamiento.

– La mejora de las prestaciones deportivas: Como consecuencia del punto anterior, una mejor y más rápida recuperación tras un gran esfuerzo físico, conlleva la posibilidad de realizar entrenamientos de alta intensidad con más frecuencia (siempre dentro de los márgenes de salud), favoreciendo una mejora y aumento de las capacidades deportivas en un tiempo menor en comparación con deportistas que no usen este tipo de terapia.

– La prevención y recuperación de las lesiones producidas por la práctica deportiva: El uso de criosaunas en el ámbito deportivo ayuda a prevenir lesiones ya que, entre otras cosas, reduce el dolor muscular producido tras un entrenamiento de alta intensidad, incrementa el riego sanguíneo sobre los tejidos, previene lesiones originadas por la sobrecarga de entrenamiento, etc…

Beneficios fisiológicos de la Crioterapia

– Disminución de la inflamación y del edema: Aquí debemos tener mucho cuidado con las aseveraciones que hacemos, ya que mucha gente cree, erróneamente, que la aplicación de hielo impedirá la inflamación de la zona lesionada, y esto es ERRÓNEO.

La aplicación de hielo en un esguince, por ejemplo, no impedirá que la zona se inflame, si no que ralentizará dicha inflamación por su efecto vasoconstrictor (lo que conlleva una disminución del flujo sanguíneo de la zona lesionada), pero luego se puede llegar a producir un efecto rebote, de ahí lo mencionado anteriormente cuando hablábamos de que es más efectiva la aplicación intermitente de frío que la continuada.

– Disminución del flujo sanguíneo: Como hemos dicho, al producir un efecto vasoconstrictor en los vasos sanguíneos, se reduce el aporte a los mismos, es decir, el efecto contrario al que se produce en una inflamación.

– Efecto analgésico: Al bajar la temperatura de los tejidos de la zona lesionada por el efecto frío, se produce una sedación local, lo que se traduce en una disminución de la sensibilidad y, por lo tanto, genera un efecto de analgesia (lo cuál no quiere decir que ante una inflamación no se tomen los antiinflamatorios que nos prescriban).

Tipos de Crioterapia

Evidentemente, como mencionábamos al principio del artículo, dentro de la crioterapia existen diversas modalidades en función del agente utilizado, la forma de aplicación, etc…

A continuación, mencionaremos algunas de las más comunes:

– Crioterapia por contacto: La más «sencilla y casera» de todas: es la típica aplicación de una bolsa de hielo  o de los llamados «cold packs» en la zona a tratar.

– Criomasaje: Combina técnicas tradicionales de masaje o fisioterapia con la aplicación de hielo.

– Crioterapia por conducción: Consiste en la inmersión en baños de agua fría con hielo, que pueden ser totales o parciales, en función de la zona a tratar y, evidentemente, de la sensibilidad de cada persona. Suelen ser aplicaciones de 10-15 minutos y de forma intermitente para evitar hipotermias o quemaduras por frío.

– Crioterapia por evaporación: Consiste en la utilización de aerosoles con contenido de gases como el metano, el cloruro de etilo o el fluoruro de metilo, aunque también puede utilizarse el nitrógeno líquido. Son aplicaciones breves, rápidas y dinámicas. Estrellas del fútbol o de la NBA son asiduas a este tipo de tratamiento tras los partidos para recuperarse y prevenir lesiones.

Crioterapia en cass

Pero no sólo los grandes deportistas pueden tener acceso a este tipo de tratamientos.

Nosotros, en nuestra casa, también podemos tratar y prevenir lesiones con la crioterapia (y no, no estoy hablando sólo de ponernos las bolsitas de hielo). Si echáis un vistazo a la página www.hyperice.com podéis pedir diversos productos para realizar vuestros tratamientos de crioterapia en casa (Necaser es la distribuidora en España).

Es cierto que no son baratos (en mi caso la prótesis para el tratamiento de crioterapia en mi hombro derecho me costó 95€), pero como siempre, queda a evaluación de cada uno si le vais a sacar provecho o no o si realmente lo necesitáis o no. Cuestión de cada uno.