3 tratamientos contra lesiones que te pueden ayudar a mejorar en poco tiempo.
La gravedad de estas lesiones puede variar de menor a muy grave, con algunas lesiones que requieren cirugía para sanar por completo. Estas lesiones pueden ser causadas por malas prácticas de entrenamiento, equipos inadecuados, técnicas defectuosas, o puede ser solo un accidente.
La crioterapia (uso de frío como agente terapéutico), la termoterapia (uso de calor como agente terapéutico) y los contrastes térmicos (utilización de ambos con cambios relativamente bruscos) representan algunas de las bases actuales (y a la vez más caseras) tanto de recuperación tras un esfuerzo físico como en tratamientos contra las lesiones más frecuentes en el deporte.
LA CRIOTERAPIA Y EL FRÍO PARA CURAR LESIONES
La crioterapia, como hemos mencionado anteriormente, se fundamenta en el uso de frío como agente terapéutico y posee efectos fisiológicos tan destacados como la disminución (sí, disminución) del flujo sanguíneo y en definitiva del drenaje vascular y linfático, antiinflamatorio, disminución de temperatura y metabolismo celular, y disminución del edema, del dolor y del espasmo muscular, así como de la velocidad de conducción nerviosa.
Esto es debido a que el frío funciona como vasoconstrictor (este efecto se da principalmente a partir de los 10 minutos con frío, y no sería recomendable extenderlo más allá de los 20 debido al ‘’efecto oscilante’’ de Clarke y Lewis, volviendo a producir vasodilatación). Encontramos indicada la crioterapia ante lesiones como esguinces, tendiditis, dolores musculares, roturas musculares y contusiones (además de influir positivamente en la recuperación post-ejercicio).
LA TERMOTERAPIA Y EL USO DEL CALOR EN LAS LESIONES.
Este tratamiento contra lesiones está indicado ante procesos inflamatorios crónicos y subagudos, contracturas, espasmos musculares, cuadros postraumáticos y afecciones articulares (entre los que destaca la epicondilitis o codo de tenista).
Contrastes térmicos para lesiones
Respecto a los contrastes térmicos, entre sus principales valedores encontramos el favorecimiento de reabsorción de edemas (alterna vasoconstricción-vasodilatación), y su utilización principalmente en el tratamiento de lesiones a partir de las 72 horas.
A modo de guía, la utilización de agua caliente (38-40 grados) y fría (13-18 grados) debe ser recomendablemente utilizada de la siguiente forma:
Alternancia de períodos de frío (más cortos que los de calor, por ejemplo, 1 minuto de frío por 3 de calor) comenzando por un período de frío (desinflamación o ‘’vaciado’’), con un número de períodos variable. Por ejemplo: 1’ frío, 3’calor, 1’frío, 3’calor, 1’ frío, 3’calor,1’ frío.
Articulo escrito por: Jose Oriol para Atopedegym.